Basta con darse una vuelta por los centros de deporte más exitosos para darse cuenta de que los pisos para gimnasio tienen una gran importancia en este tipo de recintos; con el ejercicio es muy frecuente tener caídas y golpes durante el entrenamiento, y sino solamente hay que fijarse en cómo las personas que entrenan deportes de contacto normalmente están más tiempo rodando por el suelo que de pie. Gracias a una base de pisos de goma para gimnasio lo cierto es que no hay ningún riesgo de hacerse daño en una caída, ya que el suelo está protegido tanto para mantener la integridad de las personas que hacen deporte como también para prevenir que el suelo pueda dañarse con los golpes de las máquinas y las mancuernas.
Y es que en los gimnasios habitualmente nadie se fija en dejar con suavidad las mancuernas o las máquinas después de usarlas; es más, al contrario, ya que cualquiera que haya asistido con regularidad a un gimnasio puede confirmar que lo más habitual es que las mancuernas se suelten desde el aire con el consecuente golpe que ello genera al caer contra el suelo. Dado que reformar un gimnasio puede ser algo excesivamente caro, nunca está de más prevenir colocando un par de bases de goma para el suelo evitando así cualquier daño en el futuro.
Al fin y al cabo la inversión para instalar unos pisos de goma es mínima en comparación a lo que cuesta levantar el suelo entero para colocar uno nuevo en todo el gimnasio.
En los tiempos que corren, los pisos para gimnasio tienen aún más importancia si cabe en los equipos de gimnasios. En los años en los que los créditos fluían en la economía quizás aún resultaba rentable no proteger el suelo de un gimnasio y dejarlo todo en manos de una empresa de reformas cada pocos años para que se encargara de colocar una nueva superficie; ahora que cada céntimo cuenta, lo cierto es que resulta fundamental proteger el suelo de los gimnasios con la intención de que aguanten muchos años sin sufrir el paso del tiempo y el paso de cientos de personas que utilizan esas instalaciones para hacer deporte.
Por ejemplo, en el caso de las máquinas en las que puede llegar a haber 100 o 200 kilos de peso en pesas dentro de la propia máquina, el uso de un suelo elástico de goma resulta fundamental para que al cabo de pocos meses no se acabe formando un agujero en la superficie del local debido a los golpes que recibe la máquina con cada uso; esos golpes se transmiten directamente al suelo y pueden partirlo en muy poco tiempo. Un buen conjunto de pisos de goma para gimnasios puede salvar el suelo de este daño.
En resumidas cuentas, no hay que ver los pisos de gimnasio como algo innecesario o como un “extra”; se trata de una parte fundamental de los gimnasios y merece la pena gastar dinero en proteger el suelo del local con la intención de evitarle al dueño del negocio más de un disgusto.
Al comprar pisos para gimnasio hay que contar con que la instalación de este tipo de protección solamente requiere de un par de horas libres, de manera que no hay que incluir ningún gasto de instalación de modo que quizás uno puede permitirse comprar algún piso que otro “extra” por si hubiera que sustituir alguna de estas piezas al cabo de un tiempo –a pesar de que se trata de una protección excelente que garantiza la integridad del suelo, también es cierto que con el paso del tiempo este material se va viendo afectado por los golpes y por lo tanto nunca está de más tener un pack de pisos de reserva por si fuera necesario sustituir alguno que ya esté para tirar.
Por lo demás, no hace falta decir por qué resultan tan importantes los pisos para gimnasio; gracias a esta protección los deportistas pueden tirar las mancuernas al suelo con la tranquilidad de que no están dañando la superficie, ya que en muchos casos uno tiene que hacer un esfuerzo extra cuando llega al límite en una sesión y de alguna manera siempre es un alivio no tener que dejar con cuidado las pesas después de que el músculo ya no pueda realizar ni un esfuerzo más.
Así que todos los dueños de un gimnasio ya deberían estar encargado un buen pedido de pisos para sus instalaciones, ya que además de alegrar a sus clientes también alargarán la vida de su suelo.
Foto de Unimat