Uno de los mayores placeres de la vida, sin lugar a ninguna duda, es viajar. Todo aquel que tenga la suerte de poder visitar, por ejemplo, la Plaza Mayor Madrid, ha de saber que está viviendo una experiencia única que muy probablemente no podrá volver a repetir ya sea por un motivo u por otro. Lo realmente bonito de visitar Madrid es ir descubriendo por uno mismo todos los lugares especiales que contienen esa magia de la capital, tales como la Plaza Mayor o el Parque del Retiro, dos sitios turísticos más que de sobra conocidos que resultan muy atractivos para todo aquel que visita la capital de España.
Y es que, lejos de cómo puede parecer a primera vista, los turistas que vienen a Madrid no siempre son extranjeros; es muy habitual encontrarse con familias de pueblos de la periferia de Madrid que optan por pasar un fin de semana en la capital para disfrutar de alguna de sus múltiples actividades (desde pasear por el parque hasta ver una película en algunos de los cines más antiguos de Madrid).
La gastronomía madrileña es una buena excusa para bajar a la capital a pasar el fin de semana, ya que las tapas son ya una parte de los bares madrileños que cualquier turista que se precie tiene que probar en primera persona. Y si uno puede probar esta experiencia en verano, desde luego estará mucho más satisfecho con su viaje al haber podido disfrutar de España en su más pura esencia, rodeado de calor y de terrazas en las que uno puede sentarse a tomar tranquilamente un refresco acompañado de una buena tapa para ir cubriendo el apetito hasta la hora de comer.